Alcohólicos Anónimos 🇪🇸 Somos una agrupación mundial de alcohólicos recuperados que se ayudan a mantener su sobriedad y comparten libremente. No aceptamos contribuciones ajenas, no contamos con casas de reposo o albergues. No somos profesionales.
ad del grupo—la decisión le corresponde a la mayoría o a la conciencia de grupo.
“Por lo tanto, Ben, no tienes que participar en ninguna oración, y si alguien se siente ofendido por esto, no es problema tuyo sino problema de él. Y en cuanto a ser el ‘incrédulo’ del grupo, esto también es asunto tuyo. Es de esperar que encuentres un padrino comprensivo que te pueda guiar por los Pasos y ayudarte a aclarar tus dudas e inquietudes. Si te presentas en las reuniones regularmente y estás dispuesto a servir al grupo, tus compañeros sin duda te darán una acogida positiva.
“También me gustaría decirte que creo que la totalidad es algo más que la suma de las partes. En muchísimas reuniones de A.A. la sala parece estar repleta de fe y amor y cariño mutuo. Estas cosas las sé de una manera distinta a la acostumbrada manera de saber; y aunque no puedo demostrarlo, yo sé que son realidades. Algunos compañeros, conocidos míos, al decir Dios no se refieren a un ser supernatural, sino quieren decir ‘dirección buena y ordenada’ y este concepto me ayudó a mí a abandonar el círculo de debate acerca de las creencias de otras personas.”
Reimpreso de Box 4-5-9 (Edición Invierno 2002) con permiso de A.A. World Services, Inc.
Cita Diaria con La Viña Febrero 19“Al fin paré de beber y de autodestruirme. Me acepto, me valoro y me respeto así como estoy, así como soy. Sin embargo, hoy no volvería a beber ni aun pudiéndolo hacer. He aceptado, alma y corazón adentro, que soy alcohólica y que no puedo con esa primera copa”.
Marzo/Abril 1999, México, D.F., México. “Un fuerte huracán que arrasó con todo”. Lo Mejor de La Viña
19 de febrero
NO SOY DIFERENTE
Al principio, pasaron cuatro años antes de que A.A. llevara la sobriedad permanente tan solo a una mujer alcohólica. Como los del alto fondo, las mujeres también decían que eran diferentes…
El borracho de los barrios perdidos decía que era diferente y lo mismo decían los artistas, los profesionales, los ricos, los pobres, la gente religiosa, los agnósticos, los indios, los esquimales, los soldados veteranos y los presos… hoy en día, todos ellos hablan de lo mucho que nos parecemos todos los alcohólicos cuando reconocemos que hemos llegado a la hora de la verdad.
— Como lo ve Bill, p. 24
Yo no puedo considerarme diferente en A.A.; si lo hago me aíslo de otros y del contacto con mi Poder Superior.
Si me siento aislado en A.A., no es culpa de los otros.
Es algo que yo he creado por sentirme de algún modo “diferente”.
Hoy practico ser simplemente un alcohólico más en la Comunidad mundial de Alcohólicos Anónimos.
(Del libro Reflexiones diarias Copyright © 1991 by Alcoholics Anonymous World Services, Inc.)
Cita Diaria con La Viña Febrero 18
“Este es un programa para toda la vida. Tuve que morir para empezar a vivir y dejar vivir”.
Enero/Febrero 1999, La Habana, Cuba. “Carta abierta al alcohol”. Lo Mejor de La Viña
18 de Febrero
Cada uno sigue su propio camino
… lo único que tuvimos que hacer fue tomar el simple juego de instrumentos espirituales que ponían en nuestras manos.
— Alcohólicos Anónimos, p. 25
Mi primer intento con los Pasos fue por obligación y necesidad, lo cual resultó en un profundo sentimiento de desconsuelo al frente de esos adverbios: inmediatamente; completamente; humildemente; directamente; y solamente.
Yo consideraba afortunado a Bill W. por haber tenido esa grande y aun sensacional experiencia espiritual.
A medida que pasaba el tiempo yo tendría que descubrir que el sendero que yo seguía, era el mío propio.
Después de unas pocas veinticuatro horas en la Comunidad de A.A., gracias principalmente al compartimiento de los miembros en las reuniones, llegué a entender que todos encuentran poco a poco su propio ritmo para navegar por los Pasos.
Progresivamente, trato de vivir de acuerdo a estos principios sugeridos.
Como resultado de estos Pasos, hoy día puedo decir que mi actitud frente a la vida, la gente y hacia cualquier cosa que tenga que ver con Dios ha sido transformada y mejorada.
(Del libro Reflexiones diarias Copyright © 1991 by Alcoholics Anonymous World Services, Inc.)
Agrega Manuel sobre los límites del alcohol: “Recuerdo así vagamente que al lado de donde vivíamos había una canchita de la Quinta Agronómica donde tomábamos a escondidas. Ya un poquito más grandes tomábamos los días de sábado. Muchos estudiantes que venían del norte jugaban en esa canchita, nosotros los viernes también y nos invitaban a la guitarreada. Entonces ya tomábamos el viernes, el sábado, nos componíamos el domingo y ya el lunes de nuevo. Todo un trayecto. Es como nos dicen en el grupo: esta enfermedad es lenta y progresiva. Empezó el viernes, siguió el sábado, después el domingo, después el lunes y empecé a tomar todos los días y nunca me he parado. Ha ido progresando despacito y lentamente. No recuerdo si durante ese tiempo he sentido el deseo de dejar de tomar. No lo recuerdo. Es mi verdad curda, alcohólica, no es la verdad. Yo recuerdo que siempre he andado bien en esa vida. Claro, hoy estando aquí, veo todo lo que he padeciendo creyendo esa mentira de la vida de un machao. Lo que aprendí en Alchohólicos Anónimos es que yo no era el verdadero Manuel sino el Manuel conducido por el alcohol. Pero lo que también te enseña el grupo es que te tenés que hacer de quién ahora verdaderamente sos. Son 30 años de haber tomado y 20 años ya sin tomar”.
-¿Hay un momento donde uno se cansa de vivir la fantasía, de montar las escenas, de pretender que se vive una vida que le es ajena bajo los efectos del alcohol?
“Hay una gran verdad: el alcohol es el gran artista, queremos dar una fachada de lo que realmente no somos. Hay una figura que quiere ser y otra que realmente es. Dice nuestra literatura: ‘El primer actor, el director de la escena, el que acomoda las luces, el que hace todo para ser la primera figura. Eso habla de nuestro egocentrismo extremo, de nuestro narcisismo’. Felizmente eso se puede quebrar y uno comenzar a decir: ‘Voy a comenzar a ser auténtico’. Para eso me apoyan los 12 pasos, el contacto con los demás, las verdades mías, las verdades de los demás. Yo voy al grupo y ya saben cuando les estoy mintiendo. No se puede mentir ahí porque el grupo me conoce mejor. Por eso los primeros tiempos es importante ir todos los días a los grupos. Decirle ‘No’ a la primera copa que es la que es capaz de desencadenar todo y volver a las reuniones. Poco a poco así uno va esclareciendo la mente y siendo más auténtico y honesto con uno mismo”, explica Alberto.
Agrega Rafael: “Uno siempre tiene la fantasía de brillar en cada lugar que ocupa en la vida: académico, amigos, cuando uno hace deportes… Por ejemplo con unos amigos iba a unas ONG para ayudar al otro, decían: ‘Qué buenito es Rafael’. Hasta que tomaba una cerveza y empezaba todo. Me iba moviendo a otros grupos siempre con la intención de empezar todo bien, pero no había caso: siempre estaba el alcohol en el medio. El antes y el después de uno es muy jodido. Tengo cuatro años en la comunidad y sé que es una lucha de todos los días. Yo sé que tengo una parte que está ahí, a la que no le gusta ser responsable, le gusta mentir, le gusta escapar. Y cuando yo tomaba imaginaba que dejaba afuera los problemas, que estaba todo bien”.
Acota Manuel: “Este programa es tan sabio que tiene respuestas para todo. Dice que cuando uno está en una reunión y presiente que el otro miente, no importa el mensajero que está mintiendo, importa el mensaje: ‘No me está mintiendo a mí ni a la reunión, se está mintiendo solo’. Si yo quiero respuestas, yo las tengo que buscar. Si yo quiero dejar de beber, tengo que pedir ayuda porque solo nunca he podido. Yo a la ayuda la he conseguido en Alcohólicos Anónimos. Entre tantas mentiras están las verdades del programa. Las respuestas las voy a encontrar siempre en el grupo que me hacen de psicólogo, de psiquiatra, de padre, de madre, de hermano, de hijo. Ahí encuentro todo si es que yo quiero”.
- ¿Qué sensación uno tiene cuando ingresa a la primera reunión?
"Soy un enfermo alcohólico": tres tucumanos rompen el silencio y cuentan su historia sin filtros
TESTIMONIOS
Son integrantes del grupo Alcohólicos Anónimos y hablan sin tapujos sobre todo lo que han vivido: "Es una enfermedad de la cual se habla poco". Cómo empezaron, qué encontraron en el camino y cuál es el mensaje en este momento más necesario que nunca.
17 Feb 2021 - 18:02
El alcoholismo afecta a miles de tucumanos y tucumanos y a millones de personas en todo el mundo.
Alberto, Manuel y Rafael están sentados en la mesa de un bar del centro tucumano. Alberto y Miguel toman café y Rafael un jugo de naranja. Dice Alberto: “Mi nombre es Alberto y soy un alcohólico recuperado en Alcohólicos Anónimos. Estamos aquí porque queremos hablar del problema que es el alcoholismo, un problema olvidado, que no se quiere ver. Una de las cosas más importantes que me han pasado es hablar con alguien que sabe lo que es alcoholismo. ¿Por qué lo sabe? Porque lo vivió. Yo recuerdo en mi experiencia psiquiátrica que mi médico era un hombre muy comprensivo, muy bondadoso, que no terminaba por comprenderme a mí. En cambio, cuando llegué a Alcohólicos Anónimos, me habla un muchacho afuera, me cuenta su historia y me doy cuenta de que es la misma historia misma con otras circunstancias, otros nombres, otros lugares, pero la misma. Este muchacho me dice: ‘Mirá, yo hace cuatro años que no bebo. Si querés, entrá’”.
Mientras Alberto habla, el resto escucha sin interrupciones como es habitual en las reuniones que se realizan en distintos lugares de Tucumán, de la Argentina y del mundo: en ronda, con el silencio como aliado fundamental para escuchar la propia voz. Sigue Alberto: “Gracias a Dios yo entré a la reunión y me quedé. Y me quedé plenamente identificado. Además recibí el cariño con que te reciben los otros alcohólicos. Los muchachos me abrazaban. Me decían que volviera. Me hicieron sentir la persona más importante de la reunión. Y como nosotros decimos: ‘El alcohólico que llega es el más importante’. Es hasta el día de hoy que cada vez que yo tengo un problema, necesito un alcohólico tanto como un alcohólico me necesita a mí. De ahí la importancia de las reuniones. Es increíble la resistencia que hay al tema de Alcohólicos Anónimos y al tema del alcoholismo en general. Lo digo yo con mi experiencia: de mi casa me iba lejos a las reuniones, no quería que me vieran que iba a Alcohólicos Anónimos, pero no tenía reparos en amanecer tirado en la vereda, lo cual forma parte del grado de locura que tenemos los alcohólicos”.
Frente a Alberto, Manuel pide su segundo cortado en jarra y dice: “Mi nombre es Manuel y soy un enfermo alcohólico. Lo que voy a contar es realmente mi experiencia, lo que me ha pasado a mí. Es lo que yo realmente he vivido. No es la historia de nadie más. He empezado a beber de joven. Cuando me doy cuenta, ya tenía una carrera de alcoholismo. Trabajaba en la Administración Pública. Prácticamente lo único que hacía era ir a firmar. Tenía una familia con nueve hijos. Todo esto lo hablo con el diario del día lunes. Supuestamente estos 30 años de alcoholismo los he vivido bastante bien. Mi familia estaba bien. Mi trabajo estaba bien. Con los vecinos no tenía problemas, con el resto de la familia tampoco. Pero mi alcoholismo fue acrecentando hasta que me internaron. En ese momento de la internación, solo, no había nadie, mirando el techo, empiezo a descubrir el camino que había transcurrido junto a mi compañero el alcohol. Salgo de la internación, tenía problemas de abstinencia que ya había manifestado en la clínica rompiendo algunas cosas, llego a mi casa y realmente no reconocía nada. Con el tiempo me doy cuenta que a toda mi vida la había hecho a base del alcohol”.
Viviendo Sobrio
Un librillo práctico que demuestra a través de ejemplos cómo los A.A. en todas partes del mundo viven y se mantienen sobrios día a día.
https://www.aa.org/es/living-sober-book
VIVIENDO SOBRIO
Anteriormente titulado:
VIVIR EN SOBRIEDAD
Copyright © 2019
por Alcoholics Anonymous World Services, Inc.
Cita Diaria con La Viña Febrero 17“Para mí los milagros ocurren en el campo espiritual y se manifiestan en el ambiente material. Aquí encontré mi desarrollo espiritual y lo demás me ha llegado por añadidura”.
Septiembre/Octubre 1998, Carolina, Puerto Rico. “No tenía dinero para mis hijos, pero sí para beber”. Lo Mejor de La Viña
17 de febrero.
Pensamiento del Día.
El es veneno para el alcohólico. Veneno no es una palabra demasiado porque el alcoholismo conduce con el tiempo la muerte del alcohólico. Puede ser una muerte rápida o una muerte lenta. Cuando pasamos por las tiendas y vemos varias especies de licor revestido con envolturas llamativas para hacerlo aparecer atractivo, debemos tener siempre el propósito de decirnos: "Todo eso es veneno para mí".
-Y lo es. El alcohol envenenó nuestras vidas durante largo tiempo “Sé que puesto que soy un alcohólico todo licor es veneno para mí".
Meditación del Día.
Debo de algún modo encontrar el medio de acercarme a Dios. Esto es lo que realmente tiene importancia. Tengo que buscar de alguna manera el verdadero pan de la vida, que es la comunión con El. Tengo que asirme a la verdad en el centro de toda adoración. Esta verdad central es todo lo que importa. Todas las formas de veneración tienen esta comunión con Dios como su motivo y meta.
Oración del Día.
Ruego poder reunirme con Dios en tranquila comunión.
Pido poder participar del alimento espiritual que Dios ha dispuesto para mí.
(Veinticuatro Horas al Día, Copyright ©1976, Hazelden Foundation, All Rights Reserved, Under Pan American Convention, con permiso de AAWS)
🌷
Después de un tiempo con Bill y Lois, Ebby regresó a Albany y luchó contra el alcoholismo por el resto de su vida. Su fuerte uso del tabaco y el alcoholismo lo dejaron demacrado y eventualmente desarrolló un enfisema. Se mudó a una granja familiar en Ballston Spa y pasó los últimos dos años de su vida completamente sobrio. Falleció el 21 de marzo de 1966 de un derrame cerebral, y está enterrado en la parcela de la familia Thacher.
https://www.albany.edu/arce/Thacher24.html#
16 de febrero.
Pensamiento del Día.
Una copa originaba un proceso del pensamiento que se convertía en una obsesión, y a partir de ese momento no podíamos dejar de beber. Se nos desarrollaba una compulsión mental para seguir bebiendo hasta quedar plenamente intoxicados. Generalmente, la gente comete dos errores acerca del alcoholismo. Uno, es que puede curarse mediante el tratamiento físico únicamente. El otro, que puede ser curado con la sola fuerzá de voluntad. La mayoría de los alcohólicos ha ensayado estos dos medios, y han hallado que no dan resultado. Pero nosotros, los miembros de A.A. hemos encontrado una forma para detener nuestro alcoholismo.
-"¿He vencido yo mi obsesión siguiendo el programa de A.A.?"
Meditación del Día.
Tratare de permanecer sereno pase lo que pase. Controlaré mis emociones, a pesar de que los demás den rienda suelta a las suyas acerca de mí. Me mantendré tranquilo frente a la perturbación. Conservaré una profunda calma interior a través de las las experiencias diarias. En la presión del trabajo de la preocupación, es necesario el silencio interior profundo para mantenerse a perfecto nivel. Debo aprender a adoptar la tranquilidad en los días más turbulentos.
Oración del Día.
Ruego poder estar sosegado y en comunión con Dios.
Pido que pueda adquirir tolerancia, humildad y paz.
(Veinticuatro Horas al Día, Copyright ©1976, Hazelden Foundation, All Rights Reserved, Under Pan American Convention, con permiso de AAWS)
🌷
¿TENEMOS QUÉ IR A ESAS REUNIONES POR EL RESTO DE NUESTRAS VIDAS?
No. A menos que lo deseemos.
Millares de nosotros gozamos de esas reuniones mucho más a medida que los años de sobriedad se van incrementando. Para nosotros se convierten en un placer, y no en una obligación.
Todos nosotros tenemos que mantenernos comiendo, bañándonos, respirando, lavándonos los dientes, y haciendo miles de cosas similares. Millones de personas continúan año tras año trabajando, leyendo, asistiendo a espectáculos deportivos, frecuentando, leyendo, asistiendo a espectáculos deportivos, frecuentando clubes sociales, y llevando a cabo trabajos religiosos. Por eso tampoco nos parece raro asistir continuamente a las reuniones de A.A., puesto que gozamos con ellas, nos
beneficiamos de ellas, y mantenemos con ellas bien equilibrada nuestra vida.
Pero la mayoría de nosotros asiste a esas reuniones con mayor frecuencia durante los primeros años de recuperación. En esa forma se establece un cimiento sólido para la recuperación a largo término.
En la mayoría de los grupos tienen reuniones una o dos veces por semana (cuya duración es de una hora u hora y media). Se cree ampliamente en A.A. que el miembro nuevo puede aprovechar mejor nuestro programa si adquiere el hábito de asistir regularmente a las reuniones de un grupo por lo menos, y visitar también otros grupos de vez en cuando. Así no solo se obtiene una visión general de las diferentes ideas, sino que se ayuda a encuadrar el problema del bebedor dentro de un marco de organización, que le ayuda a combatir el alcoholismo.
Hemos visto que es muy importante, especialmente al principio, asistir puntualmente a las reuniones, sin prestar atención a las excusas que podamos tener para faltar a ellas.
Necesitamos ser tan diligentes en la asistencia a las reuniones como lo fuimos con el alcohol cuando bebíamos. ¿Cuál de los bebedores problema permitió que la distancia, el clima, la enfermedad, el negocio, los invitados, o la bancarrota, o la hora del día o de la noche, o cualquier otra cosa lo alejara de la bebida que deseaba realmente? Así mismo no podemos permitir que haya algo que nos impida ir a las reuniones, especialmente si deseamos una real recuperación.
También hemos visto que la asistencia a las reuniones no es algo que haya que hacer especialmente cuando sentimos la tentación de beber. Generalmente sacamos más provecho de las reuniones cuando asistimos a ellas sintiéndonos bien y sin haber tenido la tentación del alcohol. Y aun una reunión que no sea total e instantáneamente satisfactoria es mejor que ninguna reunión.
A causa de la importancia de las reuniones, muchos de nosotros mantenemos una lista de los grupos y hora de reuniones de nuestra localidad, y nunca viajamos fuera de nuestro lugar de residencia sin habernos provisto de los directorios de A.A., que nos permiten encontrar las reuniones o los compañeros en cualquier parte del mundo.
Cuando por causa de una enfermedad o catástrofe natural se nos hace imposible asistir a la reunión, hemos encontrado sustitutos para ellas. (Es muy sorprendente saber que ni siquiera los huracanes, los terremotos, o las tormentas de las regiones subárticas han impedido a los miembros de A.A. de esas regiones viajar cientos de kilómetros o más para asistir a reunión.
Existiendo una reunión a su alcance, es muy natural para muchos A.A. utilizar el trineo, el camello, el helicóptero, el camión o la bicicleta, así como para nosotros es natural utilizar autos, o trenes subterráneos).
Como sustituto de la reunión, cuando es imposible la asistencia, podemos llamar por teléfono, o por radio-teléfono a nuestros amigos o valiéndonos de algún material de lectura de A.A., utilizarlo como material mental.
(Fragmento) VIVIENDO SOBRIO Copyright © 1975 by Alcoholics Anonymous World Services, Inc.
¿A.A. tiene cabida para todas las religiones?
La espiritualidad de A.A. tiene cabida para todas las religiones, o ninguna “Después de haber leído cantidad de material informativo sobre A.A. en su Web site [www.aa.org] me armé de suficiente valor como para asistir a mi primera reunión,” escribió un principiante llamado Ben E. en un e-mail dirigido a la Oficina de Servicios Generales el pasado mes de julio. “Aunque me he mantenido sobrio desde el 11 de junio, mis primeras 24 horas de sobriedad, creo necesitar la ayuda y apoyo de un grupo como A.A. para asegurar que me siga manteniendo sobrio y no tenga una recaída.
La pregunta que quiero hacerles es la siguiente: ¿Cómo conciliar el hecho de que A.A. parece tener un fuerte componente espiritual con el hecho de que yo soy un ateo convencido? ¿Voy a ofender a otras personas en la reunión si no rezo el padrenuestro? ¿Sería un factor perturbador el que un incrédulo esté entre personas con firmes creencias en Dios?”
Un miembro del personal de la OSG le escribió una respuesta: “Podemos decirte, Ben, que muchos miembros de A.A. que eran y todavía son ateos o agnósticos han podido mantenerse alejados de un trago, día a día, poniendo en práctica los principios de la Comunidad encarnados en nuestros Doce Pasos y Doce Tradiciones. En lo que concierne a la fe, los A.A. sobrios andan por sendas muy diversas. A.A. no es un programa religioso. Decimos en nuestro Preámbulo que no estamos aliados a ninguna secta ni confesión religiosa, y el único requisito para ser miembro es el deseo de dejar de beber.”
Dice además que en muchos grupos de los Estados Unidos y Canadá es tradicional cerrar las reuniones rezando el Padrenuestro o la Oración de la Serenidad, pero le corresponde a cada grupo determinar lo que va a hacer. Es probable que la costumbre de rezar el Padrenuestro empezara en la década de los 30, según informan algunos pioneros nuestros, y, según la OSG, puede que fuera una costumbre heredada en aquellos días del precursor de A.A., el Grupo Oxford.
Los Archivos Históricos nos explican que en ese entonces no había literatura de A.A. ni tampoco la Comunidad tenía un nombre, así que los grupos pioneros recurrieron a lecturas de la Biblia para inspiración y orientación. Con el tiempo esa inclinación religiosa iba desapareciendo según se ponía cada vez más claro que el programa de recuperación de A.A. podía superar todas las barreras, incluyendo las de la religión y de la raza, y a medida que la Comunidad iba produciendo su propia literatura. No obstante, el Padrenuestro seguía rezándose en A.A. como en casi todo el mundo. Es razonable suponer que se continuaba esta costumbre de cerrar las reuniones con el Padrenuestro porque, como Bill W., cofundador de A.A., explicó más tarde: “no querían encargar a los oradores el trabajo, molesto para muchos, de inventar sus propias oraciones.” Claro que en toda la historia de A.A. rezar la oración ha sido un acto puramente voluntario. El coordinador casi siempre pide a los presentes que lo hagan “si así lo desean.”
En la carta que Ben recibió, el miembro del personal de la OSG hace notar: “Bill W. fue durante un tiempo un ateo o agnóstico. Creía que era una cuestión de gran significación para A.A. y por ello un capítulo entero del Libro Grande [Alcohólicos Anónimos, pág. 41] trata del tema.
Además, en el folleto “¿Se cree usted diferente?” aparecen las historias de un agnóstico y un ateo.
“La experiencia colectiva de A.A. sugiere que, para lograr su sobriedad y mantenerse sobrios, los alcohólicos tienen que aceptar y depender de una entidad o fuerza espiritual que reconozcan como superior a ellos mismos.
Algunos escogen el grupo de A.A. como su ‘Poder Superior’; otros, al ‘Dios como cada cual lo conciba’; y otros dependen de conceptos muy diferentes. Lo más importante es que los miembros individuales tengan completa libertad para interpretar estos valores como mejor les convenga; o para no pensar en ellos en absoluto. En cuanto a rezar el Padrenuestro, u, hoy en día, la popular ‘Oración de la Serenidad’—o participar en cualquier activid
Según nuestra experiencia, los individuos que se recuperan en A.A. son los que:
a) se alejan de la primera copa;
b) asisten regularmente a las reuniones de A.A.;
c) se unen a la gente de A.A. que ha logrado mantenerse sobria durante algún tiempo;
d) tratan de poner en práctica el programa derecuperación de A.A.
e) obtienen y estudian el Libro Grande, Alcohólicos Anónimos.
Si quieres saber más, llámanos o escríbenos a los números
(809) 681-3386 en Santo Domingo
(809) 583-0351 en Santiago
(809) 822-0899 en Moca
#AlcohólicosAnónimos #alcohol #alcoholismo #alcoholico #adicto #adiccion
19 de febrero.
Pensamiento del Día.
Muchas de las cosas que hacemos en A.A. son una preparación para ese momento crucial en que vamos caminando por la calle en un hermoso día de brillante sol, y vemos un agradable y fresco lugar donde tomar una copa, asaltando nuestro pensamiento la idea de beber. Si hemos entrenado nuestras mentes de modo que estemos preparados para este momento crucial, no beberemos esa primera copa. En otras palabras, si nos hemos compenetrado del programa de A.A., nos salvaremos, pero si nuestra admisión no ha sido plena y sincera, no escaparemos cuando llegue la tentación.
- '¿Tendré presente en mi pensamiento el hecho de que el licor es mi enemigo?"
Meditación del Día.
¿Cuántas de las plegarias del mundo han quedado sin respuesta porque los hombres que oraron no resistieron hasta el fin? Creían que era demasiado tarde, y que tenían que actuar por sí mismos, que Dios no iba a guiarlos. "Aquel que resista hasta el final, se salvará". ¿Puedo yo resistir hasta el fin mismo? Si lo hago, me salvaré. Trataré de resistir con valor. Si resisto, Dios revelará aquellos tesoros secretos espirituales que estén ocultos para los que no resisten hasta el fin.
Oración del Día.
Ruego porque pueda seguir la dirección de Dios para que sea mío el éxito espiritual.
Ruego porque no llegue a dudar del poder de Dios, y así tomar las cosas en mis propias manos.
(Veinticuatro Horas al Día, Copyright ©1976, Hazelden Foundation, All Rights Reserved, Under Pan American Convention, con permiso de AAWS)
🌷
En la "anarquia benigna" de A.A. la conciencia de grupo informada es nuestra última autoridad
Al cofundador Bill W., le gustaba llamar A.A. "una anarquía benigna", y con razón. A.A. es un movimiento espiritual y, como la Segunda Tradición dice claramente, nuestra última autoridad "es un Dios amoroso tal como se expresa en la conciencia de grupo."
Pero, ¿qué es exactamente, la conciencia de grupo?
En qué se difiere de una opinión de grupo, o una votación mayoritaria? Y, ¿Cuál es la mejor forma de
lograrla?
Por lo general, se tiene entendido que la conciencia de grupo busca la unanimidad por medio del esclarecimiento, la espiritualidad y el apego a nuestros Pasos, Tradiciones y Conceptos. Al tratar asuntos delicados, el grupo trabaja lentamente - no disponiéndose a hacer mociones formales hasta que surja un claro sentido de su punto de vista colectivo. Anteponiendo los principios a las personalidades, el grupo se precave contra las opiniones dominantes. Se oye su voz cuando un grupo bien informado llega a una decisión. El resultado se basa en más que un mero cómputo aritmético, que cuenta los "sí" y los "no" - precisamente porque es la expresión espiritual de la conciencia de grupo.
El difunto Dean K., que sirvió un término como delegado del interior norte de California y luego como gerente de la Oficina Central de Seattle, dijo que hay dos formas de llegar a la conciencia de grupo. "La forma competitiva permite al que tiene la voz más alta promover su idea, pedir una votación y llegar a una decisión ’mayoritaria’. Esto no es la conciencia de grupo informada. La forma cooperativa permite al grupo reunirse con confianza mutua para tomar una decisión de grupo que no es el triunfo personal de un solo individuo."
La formula de Dean para una conciencia de grupo cooperativa e informada requiere que se presenten los hechos de ambos lados al tratar cualquier cuestión.
"No se abre a la discusión general", dijo enfáticamente.
"Así se permitiría a los miembros más ruidosos dominar en el debate. Se sugiere que el coordinador pida a cada miembro hablar por turno, por un espacio de dos minutos. Nadie debe tener una segunda oportunidad de hablar, hasta que todos los demás hayan tenido su primera; Así, incluso el miembro más callado tendrá la misma oportunidad de expresarse. El coordinador no manifiesta su opinión hasta que todos los demás hayan hablado."
"Es importante", observó Dean, " escuchar siempre la voz de la minoría; no obstante, hay que tener en cuenta el hecho de que la voz minoritaria, aunque a veces tiene razón, puede tan frecuentemente no tenerla.
A no ser que sea muy convincente, debe ser considerada como lo que es - o sea, una voz minoritaria. Permitir que la minoría siempre influya en la mayoría es permitir que el rabo mueva al perro."
Más allá del nivel de grupo, la Conferencia de Servicios Generales de A.A. tiene la responsabilidad de actuar como la conciencia de grupo colectiva de la Comunidad. La Conferencia, la entidad A.A. que más se parece a una voz colectiva, produce opiniones con respecto a asuntos importantes de política que pueden afectar a A.A. en su totalidad; aprueba la selección de algunos de los candidatos a la Junta de Servicios Generales y elige directamente a otros. Sin embargo, ni la Conferencia ni la Junta pueden dar órdenes a ningún grupo o miembro de A.A.
No siempre bien comprendido como concepto, la conciencia de grupo, tal como está expresado en la Segunda Tradición, es una poderosa idea espiritual que hace posible a individuos de diversos temperamentos y procedencia, superar la ambición personal y unirse para realizar nuestro propósito común; mantenernos sobrios y extender la mano de A.A. al alcohólico que aún está sufriendo.
Ha tenido su grupo alguna experiencia con la conciencia de grupo que desee compartir? Siempre nos
agrada recibir sus comentarios en la G.S.O.
Reimpreso de Box 4-5-9 (Edición febrero - marzo 1989) con permiso de A.A. World Services, Inc.
18 de febrero.
Pensamiento del Día.
Después de haberme convertido en un alcohólico, el alcohol envenena mi amor por mi familia, mis aspiraciones en el trabajo, y el respeto a mí mismo. Envenenó mi vida entera hasta que conocí a A.A. Mi vida es ahora más feliz de lo que hubo sido durante largo tiempo. No deseo suicidarme. De modo que, con la ayuda de Dios y de A.A., ya no introduciré nada más de aquel veneno alcohólico en mi organismo. Voy a seguir educando a mi mente para que sólo piense en el licor como en un veneno.
-"¿Creo que el licor envenenará mi vida si alguna vez vuelvo a tomarlo?"
Meditación del Día.
Uniré mi frágil naturaleza con el ilimitado poder Divino. Uniré mi vida con la fuerza Divina para el bien en este mundo. No es tanto la apasionada súplica la que logra la atención "Divina" como la serena entrega de dificultades y preocupaciones en las Divinas manos. Por eso, confiaré en Dios como un niño que pone su enredada madeja de lana en manos de su madre amante para que la desenrede. Somos más gratos a Dios por nuestra plena confianza que por implorar su ayuda.
Oración del Día.
Ruego porque pueda poner todas mis dificultades en manos de Dios, y ahí dejarlas.
Pido poder confiar totalmente en que Dios se hará cargo de ellas.
(Veinticuatro Horas al Día, Copyright ©1976, Hazelden Foundation, All Rights Reserved, Under Pan American Convention, con permiso de AAWS)
🌷
Toma la palabra Alberto, quien ha vencido el primer obstáculo, el más difícil de todos los pasos por ser el primero, y relata cómo ha llegado al grupo: “He llegado a Alcohólicos Anónimos porque ya no me quedaba otra. Con este tema de la negación del alcoholismo. ‘No, cómo voy a ir yo a Alcohólicos Anónimos’. Esa arrogancia y la soberbia natural del alcohólico, ¿no? Pero finalmente el alcohol se encargó de llevarme. Como uno dice: ‘El látigo del alcohol nos arrojó a Alcohólicos Anónimos’. Al menos no conozco a nadie que haya ido porque haya querido. Lo que uno encuentra al entrar a la primera reunión es que cuando el otro habla, habla de uno mismo. Somos muy parecidos no solo en el tema de la ingesta, del químico, del tóxico, sino de lo emocional. Ahí me sentí identificado con el otro, lo cual no me pasó ni con el psicólogo ni con el psiquiatra. Ya lo decía San Agustín: ‘Si ellos pudieron, ¿por qué yo no?’. Entonces me siento estimulado. Y al final lo dicho: el cariño de la gente que te quiere, mientras que afuera la gente te tiene compasión. Sentís un amor que se da sin esperar una recompensa. Lo único que quieren estos muchachos es que yo salga de mi alcoholismo”.
Concluye Rafael esta primera etapa de testimonios del grupo de Alcohólicos Anónimos a través de el tucumano: “Yo llegué solo a los 22 años. Hacía cuatro horas que estaba esperando la reunión. Si hay algo que sentía es que estaba muerto en vida. Que estaba desahuciado totalmente. Lo peor de todo es que con mi rebeldía de chico estaba más solo imposible. Encontré a Alcohólicos Anónimos por internet, buscando programas para el alcohol, me salió una dirección, daba vueltas para ver quién entraba, quién no. Cuando me estaba volviendo a mi casa sin entrar, me di vuelta y caminé a la reunión. No sé de dónde saqué el valor: agaché la cabeza y entré. Recuerdo que un compañero me dijo: ‘¿Quién te trajo?’ Cuando le respondí que nadie, me dijo: ‘Te trajo Dios’. Me quedé con eso, ingresé, lloré toda la reunión, sentí que mi vida era una basura y ellos me ofrecían una solución a mi problema. Yo no podía creer que ellos habían vivido situaciones iguales a mí, escucharlos a ellos me sentí identificados con ellos. No sabía que era una enfermedad. No sabía nada de Alcohólicos Anónimos. Eso me hizo volver a las demás reuniones. Tuve recaídas que me llevaron a estar preso en la comisaría . Y cuando estuve preso lo único que pensaba era que quería ver a un compañero de AA. Lo único que le pedía a Dios era ver a un compañero de AA, quería volver a las reuniones. Se había cumplido todo lo que me habían dicho: ‘Si seguís tomando, esto se agrava’. Fueron golpes durísimos, pero sin dudas hay una solución. No solo en cuanto a mi manera de beber sino a lo que había por debajo”.
La página de Alcohólicos Anónimos está disponible en este link: https://aa.org.ar/ El teléfono de emergencias y guardia permanente en Tucumán es: 381 537 9648
Fuente: https://www.eltucumano.com/noticia/actualidad/270635/soy-un-enfermo-alcoholico-tres-tucumanos-rompen-el-silencio-y-cuentan-su-historia-sin-filtros?dnd=secciona&src=fb&pos=1&dis=desk
Manuel liquida de un sorbo el café y continúa: “Me llega el mensaje de Alcohólicos Anónimos. Ingreso a esta comunidad que no conocía, sigo los pasos, las reuniones y descubro que había una vida que se podía vivir sin alcohol. Cuando yo salgo de la internación había muerto mi señora. Quedé con los hijos en el mes de marzo. Tenía que anotarlos en la escuela. ¿Qué sabía yo de anotarlos en la escuela? No tenía ni idea. Si yo nunca había sido padre a raíz de este problema. Pero aquí viene lo interesante de lo mío: empiezo a encontrar la respuesta a mi gran problema hace 20 años. Gracias a ellos he podido saber dónde estaba parado y ver qué iba a hacer con mi nueva vida. Primero: que no tenía que beber. Segundo: que tenía que asistir a las reuniones. Tenía muchos frentes para encarar mi vida y darme cuenta que mi vida había sido un infierno sin saberlo. Me he dado cuenta que ahora llevo una vida mucho más sana y he podido encarar el tema familiar, el tema laboral y reintegrarme con la sociedad: antes estaba peleado con todos. Gracias a Dios, hoy puedo ser un poco más responsable de mi vida. Soy un agradecido a Alcohólicos Anónimos. Estoy con mis hijos que no es una maravilla, pero puedo ser más sincero y más de la familia. Esto es una pequeña síntesis de mi vida: estar libre del alcohol junto a mis compañeros”.
-¿Cuándo uno siente que este problema realmente comienza: es darse cuenta por sí mismo, ver a su familia yéndose de su casa, caer internado, estar preso, cuándo es?
Rafael, quien todavía no había hablado en este diálogo con el diario el tucumano, apura el segundo jugo de naranja y distingue el momento en el que un alcohólico asume que tiene un problema con el alcohol: “Es en un momento de lucidez. Cuando por algún motivo parás la ingesta, te encontrás con la realidad de lo sucedido, con lagunas mentales, aparecés en lugares lastimado, ensangrentado, con personas que no conocía, en la comisaría. Los momentos de lucidez son los que te dan ganas de quitarte la vida. No hay palabras para explicar lo que sentís después de esa borrachera larga que has tenido. No planeás terminar en lo peor, pero terminás siempre en el mismo lugar y cada vez que se repite es peor. Eso es lo que pensás: o te matás o si hay algo que te te puede ayudar, lo buscás”.
-Los límites del alcohol, como cualquier límite, siempre se pueden estirar.
Alberto recoge el guante y responde: “Para ser alcohólico no hace falta distinciones materiales, no hace falta estar tirado bajo el puente o estar preso por haber matado a alguien. En mi caso es una suerte de desolación interior. No le encontraba salida a la vida. Yo era un bebedor periódico. Creía que era una virtud decir: ‘Cuando yo tomo, tomo’. Tenías meses de tomar y otros tiempos que paraba y seguía la vida normal. Es más: tenía un trabajo que lo cumplía con dignidad. En mi caso, no le encontraba sentido a la vida: pero Alcohólicos Anónimos lo resuelve fácilmente al tema y tiene que ver con la negación. Todos los alcohólicos negamos que tenemos un problema con el alcohol. Hasta que el alcohol nos pone de rodillas”.
Viviendo Sobrio : Inc, Alcoholics Anonymous World Services:
Читать полностью…Alarmado Alcohólicos Anónimos por incremento del consumo de alcohol entre chamos en el país
Читать полностью…7 Encuentro de la mujer en AA
Marzo 9, 2025
SNTE Sección 28 Hermosillo, Sonora México.
Calzada de los Angeles, Col. Las Quintas
17 de Febrero
EL AMOR EN SUS OJOS
Algunos de nosotros no queremos creer en Dios, otros no podemos creer, y hay otros que, aunque creen en Dios, no confían en que Él haga este milagro.
— Doce Pasos y Doce Tradiciones, p. 23
Los cambios que yo veía en la gente nueva que llegaba a la Comunidad eran lo que me ayudaba a perder mis temores y transformar mi actitud negativa en positiva.
Podía ver el amor en sus ojos y estaba impresionado por la gran importancia que para ellos tenía su sobriedad de “Un Día a la Vez”.
Honradamente habían considerado el Segundo Paso y llegaron a creer que un poder superior a ellos mismos estaba devolviéndoles el sano juicio.
Esto me infundía fe en la Comunidad y la esperanza de que podría funcionar para mí también.
Llegué a darme cuenta de que Dios era un Dios bondadoso y no aquel Dios castigador a quien había temido antes de unirme a A.A.
Además, me di cuenta de que Él había estado conmigo en todas esas ocasiones que estuve en dificultades antes de llegar a A.A.
Hoy yo sé que fue Él quien me condujo a A.A. y que yo soy un milagro.
(Del libro Reflexiones diarias Copyright © 1991 by Alcoholics Anonymous World Services, Inc.)
Edwin T. Thacher (1896-1966) [Sección 56 Lote 24]
Un fundador de Alcohólicos Anónimos
Edwin 'Ebby' Throckmorton Thacher nació el 29 de abril de 1896. Era el menor de cinco hijos de George Hornell Thacher, Jr. y Emma Louise Bennett. La familia Thacher hizo su fortuna en la fabricación de ruedas de ferrocarril. Ebby era nieto de George Hornell Thacher, que fue alcalde de Albany durante la Guerra Civil y el comienzo de la Reconstrucción. Su tío, John Boyd Thacher, sirvió en el Senado de Nueva York y más tarde como alcalde de Albany a finales de la década de 1880, y de nuevo a mediados de 1890. El parque John Boyd Thacher es nombrado en su honor. El hermano de Ebby, John Boyd Thacher II, también fue alcalde de 1926 a 1941.
Ebby no sobresalió en lo académico como sus hermanos mayores. En 1912 fue expulsado de la Academia para Niños de Albany por sus padres y enviado a Manchester, VT para asistir al Seminario Burr y Burton. Sus notas no mejoraron y finalmente fue enviado de vuelta a la Academia de Albany. Sin embargo, durante el año que pasó en Vermont se hizo amigo de Bill Wilson.
De vuelta en Albany, la familia de Ebby abandonó la idea de que pudiera ir a la universidad. Alrededor de 1915 le dieron un trabajo de bajo nivel en la fábrica de ruedas y hélices de ferrocarril de la familia, y más tarde fue ascendido a agente de compras. Fue durante este tiempo que empezó a beber mucho. En 1922 la empresa quebró y ambos padres fallecieron al final de la década. Él y sus hermanos mayores recibieron una herencia por sus muertes, sin embargo el dinero de Ebby se perdió en la caída del mercado de valores y en sus muchas borracheras.
Su hermano, el alcalde John Boyd Thacher II fue candidato a convertirse en el candidato democrático a gobernador en 1932, un puesto que anteriormente ocupó el presidente electo de los Estados Unidos, Franklin Delano Roosevelt. Al final, sin embargo, no consiguió la nominación, y muchos sugirieron que el comportamiento imprudente de Ebby en Albany era el culpable. La familia Thacher había pasado sus veranos en Manchester durante un par de generaciones, y tratando de aparecer como una familia perfecta pasaron más tiempo allí y animaron a Ebby a vivir allí todo el año.
En 1934 Ebby fue arrestado por estrellar su auto contra la cocina de la casa de una mujer, y continuó en un estado recurrente de embriaguez y depresión durante todo el verano. Fue arrestado dos veces más, y de acuerdo con la ley del Estado de Vermont cualquier persona arrestada tres veces en un año debe cumplir una sentencia obligatoria de seis meses en la cárcel.
Su caso llamó la atención de Rowland Hazard, Cebra Graves y F. Shepard Cornell, quienes eran miembros destacados del Grupo Oxford, una organización cristiana que creía que las raíces de los problemas de una persona eran el miedo y el egoísmo, y que los individuos con problemas podían volver a centrarse en la sobriedad y la espiritualidad. Tomaron a Ebby bajo su ala con la bendición del juez de que si llegaba sobrio a la corte sería absuelto de todos los cargos.
Los cargos contra Ebby fueron retirados y fue invitado a convertirse en residente de la Misión de Rescate del Calvario, operada por la Iglesia Episcopal del Calvario en la ciudad de Nueva York. En el otoño de 1934 se puso en contacto con su amigo Bill Wilson para discutir cómo superar el alcoholismo, y junto con Rowland Hazard fundaron la organización nacional e internacional llamada Alcohólicos Anónimos en 1935.
El Grupo Oxford enfatizó los Cuatro Absolutos (honestidad, pureza, desinterés y amor), y Ebby se convirtió en un "trabajador espiritual" en la Misión del Calvario conocida como la "Hermandad de los Doce Hombres". Continuó trabajando en la misión hasta que se mudó a la casa de Bill y su esposa, Lois.
Cita Diaria con La Viña Febrero 16
“Como sociedad, nunca debemos volvernos tan vanidosos como para pretender que hayamos sido autores e inventores de una nueva religión. Recordaremos con humildad que cada uno de los principios de AA, cada uno de ellos, los hemos apropiado de fuentes antiguas”.
Bill W., cofundador de A.A., abril de 1963. “Nuestros críticos pueden ser nuestros benefactores”. El Lenguaje del Corazón
16 de Febrero
EL COMPROMISO
La comprensión es la clave de las actitudes y los principios correctos, y las acciones correctas son la clave del buen vivir…
— Doce Pasos y Doce Tradiciones, p. 122
Llegó un momento en mi programa de recuperación en que la tercera línea de la Oración de la Serenidad —“la sabiduría para reconocer la diferencia”— quedó impresa indeleblemente en mi mente.
Desde aquel momento, tenía que enfrentarme con esta conciencia de que todas mis acciones, todas mis palabras y todos mis pensamientos estaban dentro o fuera de los principios del programa.
Ya no podía ampararme en las racionalizaciones ni en la locura de mi enfermedad.
La única línea de acción que tenía abierta, si iba a llegar a una vida feliz para mí mismo (y para mis seres queridos) era la de obligarme a mí mismo a hacer un esfuerzo para comprometerme y ser disciplinado y responsable.
(Del libro Reflexiones diarias Copyright © 1991 by Alcoholics Anonymous World Services, Inc.)
Inicia semana nacional de alcohólicos anónimos para jóvenes
Читать полностью…